Reseña #21. Los nombres del aire.
Nos encontramos ante un libro mexicano cuya temática, ha sorprendido a compatriotas como a extranjeros por igual; tiene como respaldo el prestigioso premio Xavier Villarrutia, y que sigue despertando muchas opiniones tan diversas y complicadas que hacen de su clasificación algo casi ridículo.
El problema, es que en la literatura mexicana se habla principalmente de temas nacionales, casi nunca se hace para intentar acercarnos a paisajes, países o escenarios que acerquen a los lectores a rincones alejados, y en este caso: la cultura árabe.
Autor.
Hablar de la biografía de Alberto Ruy Sánchez me parece algo igual de ridículo, porque debería clasificarlo.
Menciono que estudió en la prestigiosa y honorable universidad Iberoamericana, tiene una amplia producción literaria y ha sido elogiado por esos maravillosos dotes narrativos que le respaldan por sí mismo, como la crítica de Juan Rulfo y Octavio Paz a su misma obra. Un hombre interesante, y sinceramente, podría pasar horas elogiándolo.
Para todos aquellos que no lo han leído: crean que de alguna forma los envidio: se pierden de mucho.
Personajes.
-Fatma, (protagonista)
-Aisha, abuela de Fatma
-Kadiya.
Hay otros personajes cuyos nombres no se mencionan, pero que sí tienen un peso relevante en la trama.
Edición y formato.
Solo diré que la edición es de tapa blanda, y la primera edición con esta editorial fue en el 2008, y este ejemplar en específico pertenece a una tercera reimpresión: como tal, no se ha cambiado prácticamente nada del texto entonces, pero, si consideramos que esta reimpresión pertenece al 2014, entonces, no ha sido una historia bien difundida entre los lectores mexicanos.
El libro consta de dos partes. Pero, en realidad, lo que llama la atención es un recurso visual que posee la gracia y la novedad en la historia: unos garabatos que imitan la caligrafía árabe, cuyo diseño quizá no pueda decirnos mucho a menos que leamos lo que significa.
Y por último, el tamaño de letra y fuente es respetable: las palabras fueron imprimidas de tal manera que puedes seguir los párrafos con calma y sin perderte. Quizá sea porque la historia, como tal, es rápida, pero siempre se agradece que haya editoriales que empleen este tipo de criterios que no te obligan de ninguna manera a forzar la vista.
Trama.
No sé tampoco cómo podría describir la trama; quizá sea como un Marcel Proust o un Leopoldo "Alas" Clarín a la inversa: mientras los primeros tenían un argumento sencillo, pero obras que rellenaban incansablemente las estanterías, Alberto Ruy Sánchez hace de esta historia corta una amalgama de argumentos que se van desenvolviendo con una fineza, tacto y descripción tan bien lograda que puede provocar muchos sentimientos en unas pocas páginas.
Nos cuenta la historia de una chica que al parecer se alejó del mundo, la ventana tiene un componente vital para entender la historia, y los pueblerinos, supersticiosos, pero al mismo tiempo sabios- gran paradoja- se inventan leyendas y chismes de lo que le ha provocado mantenerse en su cuarto.
La ciudad es Mogador que es una "protagonista indirecta" de toda la trama, llena de vida y de eruditos, pero, donde realmente se desarrolla el verdadero propósito de la historia es el hamman, un tipo de sauna o balneario estilo turco, donde, todos los conceptos que se mencionaban en las primeras páginas tienen sentido: el encuentro entre dos amantes.
Temática.
La temática también me resulta confusa, mucho más confusa aún: incluso el mismo escritor ha declarado que es una mirada a la sensualidad femenina, y también, a los misterios que esa sensualidad provoca en el mundo físico, -y nunca mejor dicho.
Sin embargo, creo que esta historia es algo más: es una oda a la sensualidad, pues, a pesar de que la protagonista es una mujer, es una sensualidad tan acercada al concepto de sensualidad, que todos nosotros podemos sentirnos identificados con ella...
No lo sé: también podría catalogar esta historia como una oda al erotismo, pero va mucho, mucho más allá...
Estilo narrativo.
El estilo narrativo corresponde a un gran poema en prosa... Hay escenas donde la tensión y la acción pasan a un segundo plano para darle su lugar importante a la descripción y a los sentidos de nuestra protagonista.
Muchos nos han dicho que el desarrollo de personajes depende más que nada de la sicología: sin embargo, Los nombres del aire nos demuestra que la evolución de nuestros personajes, siempre y cuando tengan las palabras para hacerlos seres vivientes con coherencia, puede ser físico, superficial, pero profundo en lo que simbolizan, pues, al final, Fatma evoluciona, quizá no en pensamiento, pero sí en su propio cuerpo, otro tema de vital importancia en este libro.
Calificación: 9.8/10.
Opinión personal.
Nunca había leído una novela que diera tal importancia a cada palabra como lo ha sido esta: de verdad que cada palabra es simplemente un vital instrumento que, si se perdiese alguna, la misma historia pierde su sentido.
Aunque todo está lleno de simbolismo, y las palabras dicen más de lo que las mismas palabras pueden decir, y más aún, describir... Dudo mucho, y apuesto a que muchos lectores la encontrarán placentera, pues, de hecho, no necesitas tener conocimientos avanzados de la cultura árabe, aunque sí deberías saber qué es el Corán, pero, ¿qué no se puede consultar en Internet?
Solo le doy un 9.8 y no un 10 porque no tengo las otras tres partes de los libros escritos por Ruy Sánchez de esta misma historia. :C
No puedo quedarme con las ganas de demostrar lo anterior. Transcribiré un párrafo que me ha parecido impactante, y que yo mismo he subtitulado:
TODO LO QUE ABARCA UNA MIRADA.
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