Reseña #30.1. Relato Lovecraftiano: el que susurra en la oscuridad. (The Whisperer in Darkness)
Año de publicación.
Esta historia se publicó en 1931.
Adentrándonos en las frías montañas de Vermont, nos encontramos con una de las obras más fascinantes y maduras de H.P. Lovecraft: 'El que susurraba en la oscuridad', publicada en 1931. Si bien no es el relato más idóneo para iniciarse en el vasto y complejo imaginario lovecraftiano, sí es, sin duda, una de sus creaciones más logradas y perturbadoras, un verdadero hito en su evolución narrativa.
Personajes:
-Albert Wilmarth: El protagonista, un folclorista e investigador interesado en lo anómalo.
Henry Wentworth Akeley: Un folclorista aficionado y corresponsal de Wilmarth, cuya experiencia centraliza gran parte del horror.
Noyes: Una criatura inmunda y perturbadora.
George Akeley: Mencionado, pero sin peso significativo en la trama.
Trama:
Todo comienza con una serie de noticias sobre misteriosas inundaciones ocurridas en el estado de Massachusetts. Lo inquietante no son las aguas, sino los rumores que las acompañan: el avistamiento de criaturas muertas con un extraño parecido a los cangrejos, arrastradas por la corriente.
Nuestro protagonista, Albert Wilmarth, un profesor de literatura y folclorista con una mente abierta, comienza a indagar y divulgar estas historias a nivel local, contactando con amistades y revisando escasos artículos. Pronto, otro aficionado y folclorista, Henry Wentworth Akeley, que vive aislado en las montañas de Vermont, muestra un fervoroso interés por las experiencias de Albert. Akeley comienza una intensa correspondencia con Wilmarth, asegurándole que esas criaturas no solo son reales, sino que él mismo está siendo constantemente acosado por ellas en su remoto hogar.
A través de estas cartas detalladas, y el uso de elementos tan perturbadores como un megáfono que permite escuchar voces de otro mundo, Wilmarth descubre que estos seres son tan tangibles como lo afirman las leyendas. Algunas de estas historias, increíblemente antiguas, relatan la presencia de criaturas extrañas avistadas incluso en el Himalaya, donde monjes budistas perturbados les dieron el nombre de Mi-go. Así, Lovecraft nos sumerge en una amenaza que trasciende lo terrenal, revelando una civilización cósmica con planes incomprensibles y una existencia que desafía la cordura humana.
El estilo de Lovecraft en 'El que susurraba en la oscuridad' es el de un escritor ya plenamente madurado en su propia narrativa. Atrás quedan los lenguajes excesivamente rebuscados o la recurrente descripción de 'aquella cosa innombrable' que tantos le han criticado. Aquí, Lovecraft decide explicar la historia a través del criterio y el juicio de los propios personajes, sin la necesidad de describir exhaustivamente 'la cosa' o caer en efectismos innecesarios.
Se percibe también un marcado interés de Lovecraft por la 'parte racional' de su literatura. A diferencia de otras historias donde el poder de las criaturas dependía más de conjuros, cultos o elementos mágicos difusos, en este relato encontramos una 'cierta lógica' en la procedencia y las capacidades de los antagonistas. Su 'magia' no es más que avances químicos, biológicos y tecnológicos, elevando el horror a una dimensión de ciencia-ficción cósmica que lo hace aún más palpable y aterrador. Es un horror que se cimenta en lo que podría ser científicamente posible.
Además, el autor se aventura a describir a una civilización alienígena completa, los Mi-go, con sus propias características, estructuras y motivaciones, cuya relación con la humanidad se presenta como apenas un acercamiento, lo que subraya la insignificancia de nuestra especie frente a la vastedad del cosmos y sus habitantes.
Opinión personal.
Sinceramente, esta historia me aterró hasta la médula. La figura de Noyes, en particular, me causó una mezcla de asco, asombro y un temor primigenio que pocas veces he experimentado con una lectura. Imaginar por momentos la pesadilla de estar en la piel de Akeley, enfrentado a una realidad tan desquiciada, sin duda me hizo replantearme algunas cosas profundas sobre la soledad, el aislamiento, y hasta dónde uno puede llegar en la búsqueda obsesiva de conocimiento.
Pero, ¿qué más puedo decir? A pesar de que esta historia de horror se extiende por más de noventa páginas, la disfruté de principio a fin. Es una obra maestra que demuestra la cúspide de Lovecraft en su forma de sembrar el terror cósmico, un relato que perdura mucho después de haber cerrado sus páginas.
Calificación: 9.7/10.

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