Reseña #40. ¿Qué es la historia?
La verdad, este libro me hizo enojar y reflexionar mucho. Se debe, a que como siempre, la filosofía logró inmiscuirse de una forma grosera dejándome más dudas y respuestas, y sin embargo, precisamente así es como debe ser la filosofía.
Autor.
No pude encontrar información, como siempre. Sin embargo, digo que es mexicano y que estudió en la UNAM, y que su obra cumbre es este libro. :C
Contenido.
El libro está dividido con los siguientes apartados: un prólogo, nueve capítulos, y una bibliografía. Como siempre, resaltaré lo más importante para hacernos de una conclusión que al menos intente despertar algún interés:
Prólogo:
El autor se propone responder estas preguntas:
-¿qué es la historia?
-¿Para qué sirve?
-¿Quiénes la han desarrollado?
-¿Es una ciencia?
-¿Qué nos enseña?
-¿Hacia dónde va?
El mismo autor se dispensa por dos motivos: porque no es un libro dedicado a una élite de historiadores que se debaten en qué minuto y segundo Napoleón estornudó un día 12 de marzo de 1798, o que sin problemas darán una tesis entera sobre palabras terminológicas muy centradas como "sobredeterminaciones", "sincronías y anacronía"; y también, porque se huele que a pesar de todo solo hará un conteo de lo que él mismo considera importante, y quizá, no sepa resolver las cuestiones propuestas como él mismo lo haya pensado o imaginado.
Conclusiones.
1. La palabra historiografía es tan importante como para que la consideremos casi casi como un sinónimo de historia. De ella se desprenden teorías o corrientes que pueden dar cabida a un significado interpretativo de la historia, del cual, es el estado máximo o el objetivo final de esta ciencia. Obviamente, este objetivo cambiará cuando haya una forma viable y constante de viajar al pasado.
2. Es una pena que muchos de nosotros, quizá yo incluido, no conocemos al menos de una manera superficial los mecanismos o los instrumentos que ayuden a ese objetivo final de la interpretación histórica, haciendo que la misma historia tome características que si bien, no son del todo malas, sí que les dan un estado que no les corresponde: desde una teodicea hasta tal punto que nos convenzamos que la historia no posee un valor, o en otras palabras: que la historia o lo es todo o es nada.
3. La historia se renueva, se aplica, se divulga, se mueve, de tal manera que es vida, pues pretende ser la ciencia del pasado humano.
4. Las fechas son el peor modo de aprender historia. Nos sirven para ubicar o contextualizar, por supuesto no eliminarlas ya que la palabra historia carecería de sentido, y entre más específica sea una fecha, más margen de acción tendremos para afirmar sin tantas equivocaciones que los seres humanos actuaron bajo su época... Sin embargo, muchas veces las fechas pueden ser motivo de manipulación. Siempre recordemos a los regímenes de un famoso militar alemán que el siglo pasado hizo mucho daño por presentar una visión de la historia infantil, concreta, que pretende ser exacta, eso solo es producto de la sobre simplificación de los hechos históricos, y eso es lo que los gobiernos muchas veces inclulcan a la juventud.
5. Es correcto "odiar" a la historia convencional, la que se enseña en las escuelas, la que es muy extendida por nuestros sistemas educativos, por la sencilla razón de que no es historia, es un conjunto de fechas y nombres.
6. La historia es patrimonio de la humanidad, no permitamos que la roben.
Un consejo para la vida.
Fritz Wagner dijo: " la historia ha sido escrita por humanos tan poco capaces de cumplir con su gran misión, que hasta hoy solo se ha llegado a reunir muy poco material necesario".

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