Reseña #51.3. La visión dionisíaca del mundo.
Temática.
Los temas que toca esta última conferencia de Nietzsche para compactarla y refinarla en su primer texto publicado del origen de la tragedia, solo tiene dos temas principales:
-la tragedia griega como punto culminante de la cultura helénica,
-la música como posible elevación humana.
El primer tema puede ser comprensible porque Nietzsche habla mucho sobre cómo los griegos a través de sus figuras icónicas pudieron no solo distraer a los primitivos poblados, sino que, con el tiempo y con su respectiva tradición, pudieron representar su universo acorde a sus dioses.
El segundo tema es un poco oscuro: cuando los griegos pudieron entender que estaban realizando obras que "superaban" al artista mismo, resultaba más necesario la complejidad. Dando como resultado que la misma música no fuera simplemente un ruido armonioso, sino, más bien, símbolos para después convertirse en conceptos: Nietzsche ya comprendía que lo que les faltaba a los filósofos no era tanto la lógica, sino, más bien, la apreciación de la belleza, o artística, cuya importancia siempre fue dejada de lado, criticada y a veces ridiculizada, pero que, al menos un humano que tenga consigo un sentimiento de humanidad debería siempre prestarle atención.
Lo dionisíaco sucumbe ante lo apolíneo: deberá siempre estar en lucha con el mismo, aunque fallando una y otra vez.
Opinión personal.
Cuando escucho sobre los trágicos griegos más antiguos, sobre Homero e incluso Hesíodo, no puedo evitar pensar sobre la prehistoria, la edad oscura, y lo que tanto a la humanidad ha tenido que superar para vencer la animalidad y recuperar, en cierto modo, la escritura que ya había sido originada en Sumeria.
Es de gran debate qué fue lo que hizo que en el siglo XIII antes de la era vulgar, grandes imperios perecieran y obligaran a los egipcios a aislarse del resto del mundo de una forma que hizo de aquellos grandes dominios humanos unas simples aldeas desconectadas y hasta cavernarias. Incluso, las poquísimas fuentes escritas que quedaron, solo lo hacían a través de la desolación y el miedo: como si algo muy malo ocurrió. Y, cuando finalmente volvió la escritura, lo hizo en la forma comprobable y "actual", de las historias de la Ilíada y la Odisea, que quienes sean curiosos notarán gran violencia entre sus páginas.
En pocas palabras: la interpretación nietzscheana de que lo dionisíaco fue lo primero con que la humanidad interpretó su alrededor me parece profundamente muy afirmativa porque era la única forma que pudo resolver su gran laguna informativa: la cultura helénica resurgió de las cenizas de las civilizaciones del Mediterráneo gracias tanto a la música como a los principios de la tragedia, que, recuerdo haber leído, también se festejaba con grandes hecatombes de animales para apiadar a los dioses, - que en realidad, en sus cultos más primitivos son muy oscuros llegando al sacrificio humano-, originándose, pues, tanto en gran crueldad, pero también, ofreciendo un gran espectáculo.

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